De http://www.cotizalia.com
Nota completa en: http://www.cotizalia.com
Wall Street ha terminado como empezó, en rojo. A primera hora las ventas se instalaban en el parqué neoyorquino tras conocerse la mayor caída de la inflación desde 1947, así como nuevos informes que ensombrecen aún más el sector de la vivienda. Pero después de una apertura volátil donde las haya, ya que a los pocos minutos la bolsa de Nueva York rebotaba para volver a caer, finalmente se ha instalado con fuerza la tendencia bajista con el sector automovilístico de nuevo en el punto de mira.
De esta manera, el Dow Jones de Industriales ha restado un 5,07%, el S&P 500 un 6,07% y el tecnológico Nasdaq un 6,5%. General Motors se ha desplomado otro 9,7% por la desconfianza de los inversores en el sector y en particular en el fabricante, cuyo futuro pende literalmente de un hilo y espera que desde el Gobierno se tomen las medidas oportunas para acudir a su rescate al igual que se ha hecho con diferentes firmas financieras. Mientras que Ford sucumbía a las ventas y giraba a la baja para acabar un 1,86%
Y es que los inversores siguen hoy atentamente, por segundo día consecutivo, la comparecencia en Washington de los consejeros delegados de General Motors, Ford y de Chrysler, y del presidente del Sindicato Unido de Trabajadores (UAW) de la Industria Automotriz, que explicarán al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de EEUU por qué urge una ayuda a esa industria.
Las Tres Grandes de Detroit, que meses atrás recibieron del Congreso una línea de crédito de 25.000 millones de dólares para modificar sus productos y hacerlos más eficientes y competitivos, quieren ahora otros 25.000 millones de dólares en préstamos de emergencia, aunque, de momento, los políticos de Washington se resisten.
Nota completa en: http://www.cotizalia.com
Comentarios