TopSpeed en español ofrece a sus lectores el “abc” de conducción bajo la lluvia.
No sólo tienes que extremar la precaución cuando caiga el “gran Diluvio Universal”. No olvides que, cuando empieza a llover, se produce un momento particularmente delicado en carretera: las primeras gotas, mezcladas con el polvo y la grasa de la calzada, convertirán el firme en una superficie deslizante.
Ojo al cruzar un gran charco
Nunca atravieses un charco muy grande sin comprobar su profundidad o que otro vehículo haya pasado antes. No dudes en bajarte del coche y tomar referencias. Cuando lo tengas claro, pasa lentamente y, al terminar, frena dos o tres veces para secar los tambores y/o los discos. Si pasas rápido, puedes perder el control del coche o incluso provocar que el agua entre en la admisión (si esto te ocurre, para y llama al servicio técnico de la marca de tu coche. Si ha entrado agua en el motor, puede provocar una avería grave y muy costosa).
Lluvia en ciudad
Conducir con lluvia en la ciudad es especialmente delicado. Además, tendrás que enfrentarte a bolsas de agua, túneles inundados y atascos. Muchos semáforos se estropean y llegan los inevitables alcances y colisiones que entorpecen el tráfico.
Nota Completa en TopSpeed
No sólo tienes que extremar la precaución cuando caiga el “gran Diluvio Universal”. No olvides que, cuando empieza a llover, se produce un momento particularmente delicado en carretera: las primeras gotas, mezcladas con el polvo y la grasa de la calzada, convertirán el firme en una superficie deslizante.
Vemos peor, la calzada se llena de charcos, los conductores que nos preceden nos sorprenden con frenazos bruscos...
Cómo conducir:
- No te acerques demasiado al vehículo que llevas delante. Evitarás el denominado “efecto spray” (la lluvia pulverizada y sucia va a parar a tu parabrisas). Además, en caso de frenazo brusco, tendrás menos espacio para detener tu coche con seguridad.
- El cambio de temperatura interior/exterior empaña los cristales. Utiliza la recirculación del climatizador o aire acondicionado con aire frío.
- No realices movimientos bruscos. La lluvia y la niebla reducen la adherencia de los neumáticos sobre el asfalto, lo que implica más posibilidades de perder el control del vehículo ante cualquier situación no esperada.
- Frena con suavidad y a pisadas cortas para no bloquear la dirección y secar la humedad de las pastillas. Aumenta la distancia de seguridad y reduce la velocidad.
- Pon la luz de corto alcance. Si vas muy despacio, no dudes en poner el warning para anunciar que vas a una velocidad anormalmente reducida.
Ojo al cruzar un gran charco
Nunca atravieses un charco muy grande sin comprobar su profundidad o que otro vehículo haya pasado antes. No dudes en bajarte del coche y tomar referencias. Cuando lo tengas claro, pasa lentamente y, al terminar, frena dos o tres veces para secar los tambores y/o los discos. Si pasas rápido, puedes perder el control del coche o incluso provocar que el agua entre en la admisión (si esto te ocurre, para y llama al servicio técnico de la marca de tu coche. Si ha entrado agua en el motor, puede provocar una avería grave y muy costosa).
Lluvia en ciudad
Conducir con lluvia en la ciudad es especialmente delicado. Además, tendrás que enfrentarte a bolsas de agua, túneles inundados y atascos. Muchos semáforos se estropean y llegan los inevitables alcances y colisiones que entorpecen el tráfico.
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